ÚLTIMA HORA
10 mayo 2011
Por Chanisse Boy
Ayer tuve un sueño, me vi en la presencia de Dios, al verlo me sentí una paz interior, su luz iluminó mi ser y fue en ese momento que me preguntó:
– Hijo mío, de la toda creación en la tierra ¿qué es lo que más has valorado?
– Aún con una gran alegría por estar ante Él, le contesté: “Dios y Señor mío aunque no soy digno de estar ante tu presencia, hoy quiero decirte que toda la creación tuya es bella, sin embargo hay un ser que enormemente he amado. Esa persona es aquella, que por primera vez sufrió dolor para que yo viniera a la vida; fue la que durante mi infancia estuvo en todo momento, la que me cuidaba y se preocupaba en cada uno de los días de mi vida. Esa persona que se desvelaba cuando enfermaba, se alegraba cuando sonreía y se preocupaba cuando tenía un problema. Esa persona Señor, que en mi adolescencia me orientaba y me hablaba siempre de ti, la que te imploraba siempre me llevaras por el camino del bien y la que te pedía un trabajo honesto para mí. Esa persona Señor, que estuvo siempre dispuesta a dar la vida por mí, a quitarse el bocado para dármelo a mí, esa persona que en la adversidad siempre tenía una palabra de consuelo. Esa personita tan especial Señor, es a quien más he valorado, es el ser más preciado que tus bellas manos han creado”.
– Ante esta respuesta, el Señor me cuestionó: “¿Hijo y quién es esa persona?”
– Yo respondí: «Es mi madre Señor, es la madre de cada uno de los que has creado, es ese ser de infinita bondad que tú has enviado a la tierra para consuelo de muchos, es el ejemplo de María Madre de tu Hijo Jesucristo que vive en cada una de ellas».
– En ese momento Dios sonrió y me dijo: “Estamos de acuerdo”
Al despertar me di cuenta que ese sueño es una realidad, la madre es lo más hermoso que Dios ha creado en este mundo.
¡Feliz día de las Madres!
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