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Mandaron al CERESO al Policía que Disparó en Contra del Sujeto que Sacó una Pistola de Juguete

5 agosto 2015

POLICIA

Por Alfonso Morales Castorena

El suboficial de la Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Luis de Jesús Peralta, fue consignado al CERESO Estatal bajo cargos de incurrir en la comisión del delito de lesiones dolosas calificadas, con las agravantes de alevosía y ventaja, cometido en agravio del desempleado Iván Alejandro Rodríguez Pérez de 18 años, integradas las diligencias del caso en la fiscalía del fuero común.

En las mismas se asienta que el uniformado se vio en la necesidad de repeler la aparente agresión armada que en su contra desataría la víctima la madrugada del 2 de agosto de este año, en su afán por eludir su detención como probable participante en una riña callejera que ocurría en las calles Lomas del Cardenal y Villa de Cancún, en el fraccionamiento Mirador de las Culturas.

Para ello el desempleado, objeto de persecución policiaca, recurrió al uso probable de un arma corta de fuego que desenfundó de entre sus ropas, al tiempo que clamaba su inocencia, no ser partícipe de la gresca colectiva y haber sido objeto de agresión a manos de varios vándalos de la banda de «cholos» denominada Los Guerreros Nazcas, con quien mantenía viejas rencillas.

Solo que al esgrimir el artefacto -que a la postre resultó ser de plástico – no escuchó las órdenes de los uniformados para que depusiera su belicosa actitud y uno de ellos -en este caso Luis de Jesús Peralta – hizo uso de su arma de fuego de cargo y la accionó en contra de su supuesto agresor.

El proyectil de grueso calibre hizo blanco en la pierna izquierda del desempleado, que sufrió la fractura del fémur y el plomo en su recorrido le interesó la fosa ilíaca, obligándose con ello a su confinamiento médico emergente en el Hospital Tercer Milenio, en tanto que el uniformado, presunto responsable de los hechos, era detenido por sus propios compañeros y remitido a la Agencia del Ministerio Público, para los fines legales correspondientes.

En su versión del asunto, el uniformado aseguró que ante el inminente peligro para su vida y la de sus compañeros, más la negativa del individuo armado, no tuvo otra opción más que la de accionar su pistola de cargo, ignorante de que el arma corta de fuego, en pavón plata o cromo, que esgrimía el muchacho «era de plástico», como luego lo comprobaría, por cuya acción ahora enfrentará el proceso judicial del caso.

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