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Felipe Calderón y el Tufo a Privatizar la Educación: PRD

14 febrero 2011

Lamentan que FCH Decretó que las Colegiaturas Escolares sean Deducidles de Impuestos

“El presidente Felipe Calderón amaneció generoso este lunes con los que menos necesitan, al anunciar la emisión de un decreto que faculta a los personas físicas ha deducir de los impuestos el pago de cuotas escolares en instituciones escolares, desde nivel de preprimaria y hasta bachillerato, medida que tiene un tufo de privatizar a la educación en nuestro país”, señaló en rueda de prensa Noé García Gómez, presidente Estatal del Partido de la Revolución Democrática.

México tiene alrededor de 25.5 millones de niños y adolescentes entre tres y 14 años, que es considerado el rango de edad en que se debe cursar la educación básica. Esa cantidad representa 24 por ciento del total de la población nacional, es decir, uno de cada cuatro mexicanos se encuentra en edad escolar.

De acuerdo con datos del Conapo, 66 por ciento de los niños y adolescentes en el rango de edad señalado, y que vivían en zonas rurales, se encontraban en alta o muy alta marginación; mientras que 32 por ciento que habitaban en zonas urbanas, de alta o muy alta marginación.

Lo anterior significa que dos de cada tres estudiantes de educación básica en las áreas rurales vivían marginados, mientras que uno de cada tres en las áreas urbanas estaba en la misma condición.

Es difícil tener acceso a las sociedades del conocimiento cuando en el ciclo escolar 2008-2009, la mitad de las escuelas primarias del país no contaban ni siquiera con una computadora para su uso en la enseñanza.
Además que en secundaria sólo se tenía acceso a las computadoras un porcentaje apenas superior a 70 por ciento.

A los datos anteriormente señalados debe agregarse que de las escuelas que cuentan con alguna computadora para la enseñanza, apenas 50 por ciento cuenta con acceso a internet; mientras que en las secundarias el porcentaje de planteles con acceso a internet es de sólo el 42 por ciento. Y estos son datos presentados por la misma SEP.

Más de dos millones 300 mil alumnos de educación básica toman clases donde se puede, incluso bajo árboles o en inmuebles deteriorados, con asientos y pizarrones en mal estado y en más de 23 mil planteles ni siquiera existen baños.

De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Educación Pública, 33 mil 455 escuelas de preescolar, primaria y secundaria en todo el país tienen una infraestructura considerada como pésima (5.4 por ciento), muy mala (18 por ciento) y mala (76 por ciento).

Según el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación, en el país, los padres pagan en total más de 102 millones de pesos al año en “cuotas especiales” en dinero o en especie, a cambio de papeles o de la inscripción de los menores. Esta práctica incide en el alto índice de reprobación en ese nivel educativo, pues si algún padre o madre de familia se niega a hacer el gasto voluntario, la presión social lo acosa: no quiere colaborar, no le importan sus hijos… Y quizá no esté el niño en los lugares asignados en el siguiente curso.

Ahora que se está en la época de las inscripciones y regularizaciones escolares en promedio cada familia paga 300 pesos para asegurar un lugar a sus hijos en las primarias y secundarias supuestamente gratuitas, afirma el análisis “Robando al futuro. Corrupción en el salón de clases”, solicitado por el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación, la UNESCO y la SEP, el cual se puede consultar en el sitio oficial de la propia SEP..

En esta situación de la deducción fiscal de las cuotas escolares en escuelas privadas hay dos cosas preocupantes, manifestó Noé García Gómez: la primera que ante la deducción será más costoso para los ciudadanos que tienen a sus hijos en escuelas públicas su inscripción, al no poder deducir las cuotas voluntarias, y aunque se empezara hacer realidad lo marcado por nuestra Constitución de educación gratuita para todos, ahora se hará privilegiando a los que más tienen la posibilidad de asistir a colegios particulares, por lo que seguiremos viendo como los hijos de los altos funcionarios gubernamentales, incluidos los del secretario Alonso Lujambio, que están en una escuela privada seguirán tomando cursos con los de Enrique Peña Nieto, dando así en la vía de los hechos, estos aspirantes a la candidatura a la Presidencia en el 2012, por sus respectivos partidos, que ellos no le apuestan a la educación pública, aunque no faltará su discurso sobre la necesidad de mejorar la calidad de la misma.

Y segunda consecuencia es la posibilidad que el gobierno caiga en la tentación de canalizar recursos del erario para subsidiar a instituciones particulares de nivel superior, en vez de destinarlos a la generación de conocimiento e investigación de las universidades públicas, a las cuales se les niegan sistemáticamente recursos para la mejoría de los mismos.

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