ÚLTIMA HORA
17 agosto 2010
Un Recorrido a Través del Tiempo
Fuente: Notiese
La búsqueda de la satisfacción sexual ha sido uno de los más comunes anhelos del ser humano. Por este motivo se ha detonado la creatividad del hombre y con este afán ha desarrollado un gran número de instrumentos para aumentar su placer sexual.
“El sexo es una fantasía” es el lema del Museo de las Máquinas Sexuales de esta ciudad. Aquí se reúnen instrumentos, aparatos y objetos de los siglos XIX, XX y XXI cuya creación tiene como fin aumentar al máximo la satisfacción del deseo sexual de los individuos.
Idea común es pensar que en tiempos anteriores los deseos sexuales eran reprimidos y los placeres eróticos no tenían un lugar en el imaginario de la sociedad. Sin embargo, parte de la colección de este museo demuestra lo contrario.
Así, en este lugar podemos encontrar una máquina que por medio de un pedal mueve un pene de madera de manera rítmica. Este aparato era utilizado en el siglo XIX en las cárceles alemanas de mujeres con la finalidad de “satisfacer sus bajos deseos”.
Del mismo período de tiempo es una banca erótica francesa, “el asiento del amor”, cuya finalidad era que un hombre y dos mujeres pudieran sostener relaciones sexuales de una manera cómoda y sin mucho esfuerzo físico.
Los antecedentes de las cabinas de las sex shop actuales pueden encontrarse en este sitio. Una pequeña recámara móvil inglesa con orificios a los alrededores, la cual era cargada por cuatro individuos y en cuyo interior se transportaba a una mujer desnuda por los mercados ingleses del siglo XIX.
A su vez es posible observar los primeros irrigadores vaginales, protectores genitales de lugares tan remotos como Papúa Nueva Guinea, los primeros vibradores mecánicos, cinturones de castidad y contra la masturbación y figuras eróticas japonesas de cerámica, entre otros utensilios.
Dentro del siglo XX es posible acceder a videos con escenas sexuales de principio del siglo captadas en España y sin sonido en las cuales se pueden apreciar relaciones heterosexuales y lésbicas.
De este lapso se muestran penes inflables de piel con una bomba de aire, los cuales, hace la acotación el museo, “eran utilizados en su mayoría por homosexuales”.
La joyería, bisutería y elementos ornamentales para los órganos sexuales aparecen en este recinto y se puede observar la gran diversidad de modelos y lugares en las que estas piezas pueden ser colocadas con el fin de adornar una de las partes del cuerpo humano más ocultas de las personas.
El Siglo XX y la electrificación hacen su aparición. Vaginas eléctricas con diversas formas, así como dildos con la figura de un plátano, pepino o zanahoria o un carrusel con cuatro vibradores son parte de la muestra del evolucionar de los instrumentos de aumento de placer.
El deseo de la dominación al otro no es ajeno a este recinto y la última parte del recorrido está dedicada al sadomasoquismo. Allí lo mismo se pueden encontrar columpios que asientos especiales de tortura, esposas con peluche o una rueda para amarrar a la persona y hacerle girar. Todo ello forrado con piel negra.
Explorar la sexualidad humana y las múltiples expresiones en torno a ella es como este museo define su objetivo de mostrar más de 200 objetos que a lo largo de más de 200 años han contribuido al placer sexual de un sin número de personas.
Para mayores informes visite www.sexmachinesmuseum.com
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