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Hacienda de San Blas de Pabellón, un Cachito de Historia

13 octubre 2011

Por Viviana Gómez

Conocer el lugar donde vivimos es fundamental, además de interesante; sin embargo no hay que limitarnos solo a nuestra colonia, delegación, capital, etcétera, debemos explorar los alrededores de nuestro entorno, en esta ocasión vamos hasta el municipio de Rincón de Romos.

En el estado de Aguascalientes existen vestigios de esas grandes casas con terrenos inmensos dedicados a la agricultura y ganadería, que tuvieron su esplendor desde tiempos coloniales hasta las revueltas de la Revolución Mexicana; son mejor conocidas como Haciendas.

Se le llama hacienda a una finca agrícola de gran extensión, con una explotación de carácter latifundista, con un conjunto de viviendas de alto valor arquitectónico. El modelo utilizado en las colonias españolas del continente Americano fue de origen Andaluz; pues no solo era una granja meramente agrícola sino que denotaba un estatus social muy elevado, es por eso que además de una explotación agraria, se tenía una residencia señorial campestre, expresando poder y posición social.

La hacienda de San Blas de Pabellón, se ubica en el municipio de Rincón de Romos, al norte de la capital del estado. Fue una de las más importantes debido a su extensión territorial y valor.

Durante los siglos XVII y XVIII, logró su formación y consolidación, logrando tener cerca de 60,000 hectáreas de terreno; sin embargo para 1829 sufrió la primera fragmentación. Debido a una deuda con el Gobierno Federal, fue rematado el sitio conocido como San José de Buenavista – dónde al poco tiempo de formo el poblado de San Francisco de los Romo – en 8,000 pesos a favor de los señores Cesáreo González, Francisco Ignacio y José Manuel Romo de Vivar. Poco tiempo después debido a los créditos pendientes que dejo el señor Bernardo Iriarte, quien fuera principal y regidor de Zacatecas en 1798; la hacienda de Pabellón fue rematada un 5 de diciembre de 1833 a favor del licenciado Marcos González Camacho, quien tuvo un provechoso matrimonio con la poetisa Josefina Letechipía, puesto que compro la hacienda con dinero de su esposa.

A la muerte de Don Marcos y Doña Josefina, se hizo una repartición meramente nominal de la hacienda de San Blas de Pabellón, entre los hijos legítimos del matrimonio: Marcos, Josefa y Luis González Letechipía, y de Carlos Barrón Letechipía, hijo del primer matrimonio de la señora Josefina con un abogado zacatecano del mismo nombre.

La propiedad quedo bajo la administración de Carlos Barrón Letechipía y del ingeniero Miguel Velázquez de León, sin generarse problema alguno, pues estos se resolvían en un ambiente de plena confianza, respetando las decisiones de la o las personas que habían quedado al frente de la administración de la hacienda.

La hacienda contaba con una casa grande solida, sobria y de buen aspecto, sumamente amplia, con su patio central cercado con esbeltas columnas de cantera; una capilla decente, la trasquila, trojes, bodegas, el asoleadero de trigo. No lejos de la casa grande está la presa, cuya cortina mide cerca de 100 metros. También se contaba con dos molinos nuevos equipados con rueda, granero y demás utensilios; el llamado molino “de abajo” tenía lavadero, estanque, granero, galeras, maquinaria y era movido por una rueda hidráulica, mientras que el molino “de arriba” era de construcción reciente y estaba equipado con una turbina escocesa. Velázquez de León perfeccionó y extendió el uso de maquinaria agrícola.

En el sitio de San Lorenzo vivían los ordeñadores, y estaba la quesera; rumbo a San José de Gracia estaban las tierras que se usaban para la leña y el carbón.

Actualmente en la casa grande se ubica el Museo de la Insurgencia, lleva ese nombre debido a que forma parte de la ruta del Padre Miguel Hidalgo y Costilla hacia el norte del país, después de la derrota del ejercito insurgente en la batalla de Puente de Calderón, y en reconocimiento a los valores históricos y museográficos del lugar, en fechas recientes la UNESCO lo nombró como “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, como parte del Camino Real de Tierra Adentro.

Para hablar de la cantidad de terrenos que formaban parte de la hacienda y con más detalle, lo trataré en artículos posteriores.

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